Resumen
A. Dice Wittgenstein, que los límites del mundo son los límites del lenguaje. Mis cavilaciones son
interrumpidas por un pájaro rojo, y no sólo percibo el rojo; también el escarlata, el grana, el colorado;
el azul dentro del rojo, el violeta y su luctuosidad; el morado, la morada, el habitar, el hogar, la hoguera
y no siento su calidez acogedora sino un frío de soledad. Indiferencia.