Resumen
Sufre demasiado cuando no obtiene el puesto
de la ventana en el bus. Le gusta ver la
vida a través de los marcos, del vidrio; ver
su débil reflejo en contraste con el mundo que
se proyecta afuera. Sueña con un apartamento en
la parte alta de los cerros. Imagina el atardecer
sentado frente a un ventanal que dibuja de fondo
la ciudad. Añora el café matutino, un poema de
Arango y el deseo reprimido de saltar por una
enorme ventana. Ahora se encuentra extraviado
en sus pensamientos. Viaja al lado de la ventana.
La vibración en el bolsillo de su pantalón rompe
la magia del instante.