Resumen
Apreciar una fotografía, evoca inmediatamente un instante albergado en la memoria, un frag-mento de la historia propia, ajena o compartida que nos habla sin emitir una sola palabra, trasladándonos con el germinar de las emociones, entre lágrimas, sonrisas, o suspiros, hacia el pasado, congelado en una imagen, cual transparencia de un ámbar que perpetúa la existencia en su contenido.