El desastre y la embriaguez en la cuentística de Mario Guevara Paredes
Resumen
A veces la belleza se alimenta del desamparo y en
ella tiene lugar La escritura del desastre, tal como
titula uno de sus libros Maurice Blanchot: “Soledad
que irradia, vacío del cielo, muerte diferida” (1990,
p. 14). Los postulados del escritor francés permiten
considerar el desastre como “una fuerza de escritura”
(p. 17), la cual hace posible alcanzar las fibras
profundas de la condición humana para recrear el
fracaso, “aquel tiempo en que ya no se puede poner
en juego, por deseo, ardid o violencia, la vida que
se procura” (p. 21). Acá los personajes sufren, pero
no caen en patetismos, ni melodramas. Su dolor
es una certera ironía: “el llorar sin lágrimas” (p. 19).
Muchas veces las cargas trágicas de la vida reposan
en pocas líneas, en la justa expresión para que sea el
lector quien llene de sentidos el silencio