Resumen
“Apreciados compañeros de la Facultad, buena tarde, quiero manifestarles que tengo los signos
pateneumonicos del Covid, he tenido un deterioro de mi salud corporal, si tengo que partir a la eternidad
deseo previamente pedir por favor que me perdonen, por fallas humanas en mi interactuar, les deseo
lo mejor y por favor cuidémonos está patología es muy dura, indeseable para cualquier ser humano; con
sentimientos de aprecio Jesús Hemberg” Fueron sus últimas palabras escritas en el whats app de la
Facultad; tal vez premonitoriamente avizoraba su cercano viaje. “Jesús Hemberg cuide su salud. Usted es un
luchador y le va a ganar al virus”, fue mi respuesta. Lastimosamente, esta pelea contra colosales enemigos,
como son las comorbilidades en época de pandemia, que afectan a la humanidad entera, muchos no la han podido
ganar. No obstante, en tu paso por esta vida tuviste otras victorias, como la de desempeñarte en un oficio que
disfrutabas, el de ser docente, en el cual son muchos los triunfos cuando se estimula el amor al conocimiento en
las mentes de jóvenes universitarios. Naturalmente, también tus enseñanzas quedan para tus familiares y
amigos, que fueron muchos los que cultivaste en una vida de docente amante de la naturaleza y de los animales.